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PARTICIPACION Y COMUNICACIÓN: TIPOLOGIA DE LOS MENSAJES
Existen numerosos intentos de definir qué es y en que consiste la participación. Veremos algunos de ellos e intentaremos una definición operativa útil para el enfoque y la práctica democrática en la toma de decisiones. Del mismo modo, expondremos una tipología de los mensajes, que nos facilitará elegir los modelos más adecuados a los procesos participativos.
La participación como proceso de información
La participación como diálogo entre decisores
La participación como diálogo sesgado
La real participación
En este caso el diálogo entre decisores y usuarios de la propuesta intervención se inicia con un análisis conjunto de la situación, las propuestas y los problemas que ambos grupos enfrentan. Si de este análisis surgen lineamientos básicos para encarar los problemas en forma tal que las soluciones sean posibles, acordadas, eficientes y adecuadas a ambos grupos, comienza a definirse en nuevos términos el papel que se debe otorgar a la comunicación.
Se establecen los contenidos, los instrumentos, los códigos y los momentos de intercambio de mensajes, con lo que se comienza a realizar un real proceso de comunicación, es decir, producción conjunta de mensajes con la participación de todos los interlocutores.
Cada uno de los interlocutores buscará, legítimamente, avanzar en sus propias propuestas, y cada universo social negociará con el otro las modalidades mediante las cuales deben implementarse dichas propuestas. Es posible, a veces, que los decisores políticos busquen cautelar los intereses más globales de la sociedad a la que dicen representar, y es posible que el universo de interlocutores mayoritario, los que serán a fin de cuentas los beneficiarios o los “perjudicatarios” de la intervención, prioricen sus propias necesidades inmediatas. El equilibrio y las mutuas concesiones que ambos grupos deberán realizar, sólo puede ser alcanzado mediante procesos fluidos de comunicación en lenguajes inteligibles para la mayoría.
Pero una vez alcanzado el punto de acuerdo, la eficiencia de la intervención está prácticamente garantizada ya que las decisiones no son impuestas desde fuera, sino que son asumidas desde el interior de los grupos sociales y se convierten, por ello, en el marco de acuerdo para lograr metas comunes, deseadas y satisfactorias.
De más está decir que en la mayoría de las intervenciones, aún de aquellas que parecen tener un carácter exclusivamente técnico, habrá aportes conjuntos de conocimiento, más estructurado uno, menos formalizado otro, pero ambos (sabiduría tradicional y conocimiento científico) imprescindibles para construir el “saber” que hará eficiente la intervención. Insistimos, endógena y autogestionada con garantías de sustentabilidad económica, ecológica, energética y social, o equidad.
Y, claro está, esta participación real, no sólo requiere de mensajes de información, sino que resultan imprescindibles los procesos de comunicación.
Esta sintética clasificación de los mensajes es, como toda clasificación, un intento aproximado de poner orden en un continuo difícil de fragmentar. Las diferentes categorías no tienen límites muy definidos y se mezclan unas con otras. Un solo mensaje puede incluir varias de las categorías propuestas. Pero, aún así, una primera sistematización puede ser de utilidad para el trabajo del comunicador para el desarrollo.
Todos los aportes, a partir de la práctica, que puedan enriquecer y mejorar este intento serán utilizables y mejorarán esta tipología. Y todos los aportes derivados de una reflexión, si es posible baaa en la práctica, ayudarán a formalizar un campo que todos sabemos necesita incrementar su rigor teórico.
Información
Los contenidos de los mensajes son de interés tanto para el receptor como para el emisor.
Los códigos, la estructura del mensaje y, en general, el momento de emisión, son determinados por el emisor, lo cual no siempre garantiza la correcta recepción de los mensajes. Para saber si el mensaje ha sido recibido y comprendido, se utiliza algún sistema de realimentación que permite saber al emisor, al menos, el nivel de recepción y, a veces, el nivel de comprensión.
Los métodos e instrumentos más adecuados para los mensajes de información son: la relación interpersonal, los materiales escritos, redes electrónicas, radio y televisión.
Para que el conjunto de datos que contiene el mensaje lo conformen como mensaje de información se requiere un cierto nivel de procesamiento para hacerlos inteligibles para el receptor. Es decir, existe una diferencia cualitativa entre datos e información. Para constituirse como información los datos deben ser oportunos, fiables, asequibles, inteligibles y deben tener utilidad para aquel al cual se los destina.
La información es un punto clave para la toma de decisiones. Si falta información el riesgo de tomar decisiones erróneas se incrementa.
Educación
En general, contenidos, códigos, estructura y momento de intercambio, son determinados por el emisor. No usa sistemas formalizados de realimentación y la evaluación de los cambios actitudinales es de carácter cualitativo y a largo plazo.
Los instrumentos más utilizados para producir, a veces conservar, y reproducir este tipo de mensajes son: relaciones interpersonales o grupales, documentos impresos, redes electrónicas, radio y televisión.
Los mensajes de carácter educativo (en este sentido amplio) son los responsables de la reproducción de los valores culturales de la sociedad, así como de sus cambios.
El objetivo final de los mensajes educativos es contribuir a la conformación de ciudadanos conscientes, al menos desde el punto de vista de las propuestas formales, ya que como la mayor parte de estos mensajes son producidos y transmitidos por los medios masivos, los resultados en cuanto a cambios actitudinales son cuestionados por muchos pedagogos.
Enseñanza-aprendizaje
Contiene sistemas de evaluación autocorrectiva permanentes.
Los contenidos, códigos, estructura y momentos del intercambio de los mensajes son acordados con los interlocutores rurales o definidos por ellos; es decir, se opera con el modelo de comunicación de Interlocutor – Medio – Interlocutor. En este modelo el comunicador se localiza, manejando los medios, entre ambos interlocutores.
Los mensajes de capacitación tienen contenidos específicos, derivados de la integración de elementos de la “sabiduría” tradicional, inscriptos, y elementos del conocimiento científico moderno, descriptos. A esta integración la denominamos “saber” y presenta algunos rasgos específicos que lo tornan imprescindible, aunque quizá no suficiente, para el desarrollo rural. Es un insumo intangible que escapa a la percepción sensorial y, por lo tanto, difícil de valorar por el sujeto del desarrollo o interlocutor masivo. Los resultados de su uso sólo se perciben a mediano y largo plazo. Requiere de personal con buen nivel de formación e instrumentos adecuados para que sea posible compartirlo. Pero, asimismo, es el único insumo que crece al usarlo, en contraste con todos los demás insumos volcados al desarrollo que se agotan y deben ser repuestos o renovados. Y, por último, es un insumo “inexpropiable”.
Los mensajes de capacitación, además de proponer el «cómo» realizar los procesos (técnicas), deben contener siempre el «por qué», (fundamento científico) tanto de la utilidad de la propuesta como de sus bases científicas, ya que se trata de conformar ciudadanos y no amaestrar productores-consumidores.
Los mensajes destinados a procesos de enseñanza para el aprendizaje utilizan códigos denotativos o monosémicos, y operan en el campo cognoscitivo, aunque dichos procesos y la comprensión de los mensajes y el uso de sus contenidos puedan provocar nuevos estados afectivos en los interlocutores y, desde luego, se requiere una actitud afectiva positiva frente a procesos de aprendizaje, para que dicho proceso tenga lugar y se produzca con los niveles de eficiencia requeridos.
Porque estos mensajes son recibidos como estímulos de diversos tipos por el Sistema Nervioso Periférico Sensorial y procesados por el Sistema Nervioso Central mediante las redes neuronales plásticas, es necesario que al producir dichos mensajes tengamos en cuenta los procesos perceptivos y los métodos de procesamiento como señales nerviosas, para facilitar su percepción, en primer término, y su comprensión como etapa subsiguiente. Debemos regular cuidadosamente la relación Señal/Ruido y también la densidad informativa de los mensajes, con el fin de evitar bloqueos o fatiga en su percepción y procesamiento. No podemos olvidar que el sistema nervioso central, que no es más del 2 al 3 por ciento de la masa corporal en cualquier persona, recibe la cuarta parte de toda la sangre que bombea el corazón y consume casi la misma proporción de toda la energía que consume el cuerpo humano. El ruido, en cualquier mensaje, provoca un incremento de actividad que conduce a la fatiga, el peor enemigo de la comprensión y el aprendizaje.
Los instrumentos más adecuados para este proceso que, básicamente debe ser manejado en términos interpersonales grupales dando prioridad a las mujeres y los jóvenes, son: relación interpersonal, impresos, video y la realización de trabajos prácticos.
Los procesos de capacitación tienden a conformar, básicamente, ciudadanos críticos y productivos, dotados de capacidad para efectuar procesos eficientes y garantizar la sustentabilidad económica de dichos procesos; al mismo tiempo buscan que dichos procesos planteen un nivel de equilibrio con los recursos naturales que garanticen la sustentabilidad ecológica; por último, al capacitar en sistemas de organización participativa, buscan niveles de equidad que aseguren un nivel básico de sustentabilidad social.
Comunicación
Opera con el modelo teórico Interlocutor – Mensaje – Interlocutor, y el comunicador se localiza entre ambos universos de interlocutores. El minoritario compuesto por decisores científicos o políticos y el mayoritario conformado por la población que puede disfrutar o sufrir las decisiones del universo minoritario. El comunicador se localiza entre ambos, manejando los medios.
Los contenidos, códigos, estructura y momento de construcción e intercambio de los mensajes son definidos por los diversos grupos de interlocutores.
No requiere sistemas de realimentación o evaluación (salvo en el campo de las tecnologías usadas para el proceso) ya que el proceso de comunicación se realiza entre interlocutores.
Los medios e instrumentos más adecuados para estos procesos son: las relaciones interpersonales y grupales, el video, las radios locales, las redes informáticas y los materiales escritos.
Así entendidos los procesos de comunicación son la trama supraestructural de relaciones sociales que permite a las personas convivir en sociedad.
Los códigos utilizados son tanto monosémicos como polisémicos y, en los procesos interpersonales, el componente gestual cobra con frecuencia una gran importancia.
Autoexpresión
Los códigos utilizados son polisémicos y connotativos, lo que favorece la diversidad de lecturas e interpretaciones de los mensajes. Parte del cine, el teatro, la danza, la música, la novela y la poesía, la escultura, la alfarería, los textiles y, recientemente, algunos videos, están construidos como mensajes de autoexpresión.
En gran medida contribuyen a enriquecer los procesos generales de educación, amplían el universo afectivo de los receptores y, a veces, forman parte de los sistemas de educación formal.
Los instrumentos utilizados se corresponden con cada una de las áreas denominadas artísticas y algunos, como la radio, el video y la televisión son utilizados a veces como simples conductos para transmitir otras manifestaciones sin un reprocesamiento específico.